Boletín 880 del Banco Central revela una economía en dicotomía: fortaleza externa frente a debilidad crediticia interna
En la semana del 6 al 13 de junio de 2025, las Reservas Internacionales del Ecuador crecieron en USD 448,3 millones, alcanzando un total de USD 8.816,7 millones. Este incremento representa el mayor avance semanal en los últimos trimestres.
El oro continúa siendo el segundo componente fundamental de nuestras reservas, representando el 33% del total. Esta estrategia de diversificación ha demostrado ser un baluarte contra la volatilidad de los mercados cambiarios.
El Boletín 880 revela una realidad económica bifronte: mientras los activos externos netos crecen vigorosamente, los activos internos se contraen significativamente.
Esta reducción masiva del crédito interno podría interpretarse como un necesario ajuste fiscal, pero también como un freno al crecimiento económico. El dilema es evidente: ¿cómo equilibrar disciplina fiscal con estímulo económico?
Las Otras Sociedades de Depósito (OSD) presentan una tendencia preocupante: mientras los depósitos aumentan, el crédito al sector privado disminuye.
Esta divergencia sugiere que los ecuatorianos están prefiriendo el ahorro sobre la inversión, quizás por desconfianza en la recuperación económica o por políticas crediticias restrictivas. Los depósitos a plazo fijo aumentaron USD 164,2 millones, mientras los depósitos de ahorro disminuyeron USD 448,9 millones.
El Boletín 880 del BCE presenta un Ecuador monetario en encrucijada: por un lado, la fortaleza de las reservas internacionales ofrece un colchón de seguridad en un contexto global turbulento. Por otro, la contracción del crédito interno y la desaceleración del crédito al sector privado plantean interrogantes sobre la capacidad de reactivación económica.
La solución no radica en elegir entre disciplina fiscal y crecimiento económico, sino en encontrar el punto de equilibrio donde ambas sean posibles:
Políticas crediticias diferenciadas que favorezcan sectores estratégicos con alto impacto en empleo y productividad.
Utilizar parte del crecimiento en reservas para crear fondos de garantía que estimulen el crédito productivo.
Mayor claridad en las políticas monetarias para generar confianza en inversionistas y consumidores.